Erfurt tiene un encanto medieval y es rica en historia, conquistando con su alegría de vivir y hospitalidad. Situada en el cruce de antiguas rutas comerciales, la capital de Turingia siempre ha sido un lugar de encuentro, hogar de gente importante y un imán para los viajeros de todo el mundo.

La ciudad de Erfurt, repleta de torres, se jactaba de ello ya que cuenta con las torres de 25 iglesias parroquiales, 15 monasterios y 10 capillas que llegan hasta el cielo. Sobre todo, la Catedral de Santa María y la Iglesia de San Severo, un conjunto único de obras maestras de la arquitectura gótica alemana en Europa. Hoy en día, las torres de las iglesias proyectan sus sombras sobre las casas de entramado de madera cuidadosamente restauradas y los hermosos edificios renacentistas del centro histórico de la ciudad, y sobre el festival anual DomStufen, uno de los eventos teatrales al aire libre más hermosos de Alemania.

El monasterio agustino, donde Martín Lutero vivió durante cinco años, la Predigerkirche o las fortificaciones de la Ciudadela de Petersberg son grandes ejemplos de arquitectura medieval y moderna. Pero Erfurt no es sólo una ciudad de edificios sagrados, también es una ciudad de puentes. El más famoso de ellos es el Krämerbrücke, el puente más largo de Europa con galerías, tabernas de vino y tiendas de antigüedades. Y Erfurt puede celebrarlo: Cada verano, la Edad Media vuelve a cobrar vida en el Festival de la Ciudad Vieja - y con ella la artesanía antigua y la canción de la mina, los malabares y el colorido ajetreo de los comerciantes ambulantes. ¿Quieres experimentar aún más? Durante todo el año, los magníficos mercados transforman la Domplatz en un lugar para todos los gustos.

El monasterio agustino, donde Martín Lutero vivió durante cinco años, la Predigerkirche o las fortificaciones de la Ciudadela de Petersberg son grandes ejemplos de arquitectura medieval y moderna. Pero Erfurt no es sólo una ciudad de edificios sagrados, también es una ciudad de puentes. El más famoso de ellos es el Krämerbrücke, el puente más largo de Europa con galerías, tabernas de vino y tiendas de antigüedades. Y Erfurt puede celebrarlo: Cada verano, la edad medieval vuelve a cobrar vida en el Festival de la Ciudad Vieja - y con ella la artesanía antigua y la canción de la mina, los malabares y el colorido ajetreo de los comerciantes ambulantes. ¿Quieres experimentar aún más? Durante todo el año, los magníficos mercados transforman la Domplatz en un lugar para los sentidos.

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