El castillo de Hohenzollern, un auténtico castillo de cuento de hadas en el borde del Alb de Suabia, se engalana para la temporada navideña. La imponente fortaleza del Zollerberg se engalana de luces e invita a los visitantes a pasear por las decoradas cámaras reales. Un sueño romántico de invierno también se hace realidad en el Palacio de Schwetzingen. Durante el Adviento, la Residencia Electoral es transformada por artistas de la luz en un "país de las maravillas navideñas" con un jardín de palacio iluminado. El variado programa escénico, junto con el mercado de artesanía diseñado con mucho cariño y la amplia oferta culinaria en la plaza del palacio, invitan a visitantes de cerca y de lejos a pasearse durante los tres fines de semana de Adviento.
El brillo de la Navidad en Alemania
Luces brillantes y olor a vino caliente: los sueños navideños se hacen realidad en diciembre
"Por todas partes, en la cima de los abetos, vi luces doradas sentadas...", dice un popular poema navideño alemán. De hecho, brilla y resplandece en todas partes durante el Adviento. Los abetos se iluminan con luces de hadas, hay un olor a vino caliente y los niños abren expectantes una puerta de su calendario de Adviento cada día de diciembre. Los mercados navideños son una atracción para grandes y pequeños, e invitan a dar un paseo atmosférico por las callejuelas con sus puestos decorados festivamente. Si tiene hambre, puede picar pan de jengibre, manzanas de caramelo, stollen navideño y castañas calientes. Se ofrecen tallas de madera de los Erzgebirge, adornos artísticos de cristal o artículos únicos hechos a mano en la región como adornos navideños o regalos para los seres queridos. Más allá de los pueblos navideños, le esperan placeres invernales como los paseos por la nieve, las excursiones con antorchas o los mercados navideños medievales en los que herreros, tejedores o marroquineros muestran sus oficios.
Mucho más que mercadillos navideños: el Adviento nos llama con procesiones de antorchas, fiestas de la luz y costumbres originales
Espectáculos luminosos, baños con antorchas o paseos en trineo: más allá de los populares mercadillos navideños, el Adviento es el momento ideal para conocer la Alemania más atmosférica y vivir tradiciones ancestrales. Cuando oscurece y hace frío en el exterior, se encienden velas y hogueras en todo el país. Las calles y las casas brillan con el resplandor de las luces de las hadas. En las panaderías huele a galletas y stollen elaborados según recetas tradicionales, y los profundos bosques cubiertos de nieve invitan a dar paseos invernales o en trineo.