Casi ninguna otra ciudad europea puede presumir de un patrimonio musical tan rico como Leipzig. Leipzig, cuna de Richard Wagner y lugar de trabajo de Bach, Mendelssohn Bartholdy, los Schumann y Mahler, es una visita obligada para los amantes de la música. Leipzig es también famosa por la Revolución Pacífica de 1989.

Pero la ciudad no sólo se nutre de su pasado, sino que también deleita con su animada escena artística, abundante naturaleza y una actitud relajada ante la vida. La célebre Orquesta de la Gewandhaus, los Niños Cantores de Santo Tomás, de 800 años de antigüedad, y la Ópera de Leipzig son instituciones musicales de renombre mundial. Festivales regulares como el Festival Bach rinden homenaje a los músicos de Leipzig y dan vida a la gran tradición musical de la ciudad. A ello contribuye también la Leipziger Notenspur (Ruta musical de Leipzig), que invita a los visitantes a un recorrido musical por la ciudad a través de lugares originales.

El oeste de la ciudad, antiguamente industrial, se ha convertido en un punto de encuentro para creativos. Numerosos espacios de exposición, fábricas y boutiques hacen de Plagwitz uno de los barrios más dinámicos de la ciudad. La antigua fábrica de algodón es la meca de los amantes del arte. Aquí viven y trabajan más de 100 artistas, entre ellos Neo Rauch.

¿Klein-Vendig? Pues sí. El sobrenombre de Leipzig no es casualidad, ya que más de 300 km de vías fluviales atraviesan la metrópoli y llegan hasta las puertas de la ciudad, en el Leipziger Neuseenland. Una mezcla única de agua y cultura aguarda a los entusiastas de los deportes activos y a quienes buscan relajarse. Ya sea para pasear en barco, practicar deportes acuáticos o relajarse, aquí todo el mundo saca provecho de su dinero. Leipzig - refrescantemente versátil.

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